La equidad comienza en casa
Por Germán Rosón
Country Manager de Mastercard para Panamá y El Salvador.
Cuando utilizamos el término equidad en el ámbito empresarial, son muchas las aristas que surgen para una conversación o debate: brecha salarial, acceso a las mismas oportunidades, inclusividad, entre otros. Desde que asumí el rol de Gerente de País de Mastercard para Panamá y El Salvador, he podido observar, de primera mano, que estos temas son recurrentes dentro de nuestra organización.
Hoy, luego de años de trabajo y esfuerzos conscientes, podemos afirmar con muchísimo orgullo, que Mastercard es una empresa inclusiva y equitativa, que comprende que sus colaboradores son seres humanos con necesidades y relaciones más allá del ámbito laboral.
Nuestra narrativa es simple: los mismos derechos para todas las personas. Como Gerente de País, puedo dar fe de que, dentro de la empresa, todos los colaboradores estamos comprometidos con esta premisa. Gracias a esta filosofía, en un espacio de aproximadamente 19 años, la cantidad de mujeres en posiciones de mando aumentó casi un 300%. Adicionalmente, creamos una incapacidad por paternidad en caso de nacimiento o adopción de un hijo, entre otras series de políticas empresariales alineadas a nuestra visión.
Este pensamiento de equidad de condiciones para todos y todas es lo que ha hecho de Mastercard una compañía líder en la industria en la que nos desarrollamos, y lo que la ha convertido en una marca mundialmente reconocida. Nuestra filosofía la vivimos todos los días.
En Mastercard, nuestro equipo de reclutadores y reclutadoras tiene una premisa principal a la hora de buscar el candidato ideal para un puesto: talento e idoneidad. Factores como género, raza, religión o cualquier otro elemento externo que no influya en la capacidad profesional de la persona, jamás será tomado en cuenta en un proceso de selección. Y es que, cuando se tiene el horizonte claro, todo se vuelve más sencillo.
Todas nuestras políticas empresariales giran en torno a nuestra filosofía de mismas oportunidades para todas las personas. Bajo esa gran sombrilla, hemos logrado definir claramente los lineamientos necesarios para asegurarnos que nuestra visión se cumpla.
Políticas empresariales como igualdad de salario para dos puestos idénticos, la creación de distintos Business Resource Groups (grupos creados por los propios colaboradores de la empresa con afinidades en ciertos temas para promover la diversidad, equidad e inclusión dentro de la compañía) o la estricta prohibición de cualquier tipo de discriminación, son muestra de que en Mastercard, vivimos nuestros valores y creencias.
Son pocas las empresas con la capacidad de cambiar el mundo, y afortunadamente, Mastercard es una de ellas. Es por eso por lo que, cuando hablamos de crear oportunidades para todas las personas, hacemos un gran esfuerzo para que nuestro mensaje e iniciativas vayan más allá del ámbito interno.
Un gran ejemplo de esto es Girls4Tech: un proyecto de alcance global en el que los mismos colaboradores de nuestra compañía capacitan durante un día a niñas y jóvenes en carreras STEM, con el fin de impulsar su curiosidad por carreras de mayor demanda laboral y así reducir la brecha existente en la industria.
También, gracias a nuestra alianza con INCAE, una de las escuelas de negocios más reconocidas de Latinoamérica, hemos desarrollado LEADS Mujer, un programa para mujeres emprendedoras de la región que buscan un proceso de asesoramiento y dirección formal para sus negocios.
Si bien es cierto las políticas de equidad empiezan en casa, no debemos quedarnos en una zona de confort una vez que hayamos tenido éxito implementándolas en el ámbito empresarial. Inspiremos, ayudemos y cooperemos entre todos para hacer de esta, una sociedad más equitativa.
En lo personal, siento un orgullo inmenso de pertenecer a una organización que vive sus valores, y comprometido con todas y cada una de las personas que laboramos en esta empresa a hacer cumplir las narrativas y compromisos que han hecho de Mastercard la empresa que es hoy en día.
